Lo que Peligra a la Democracia Argentina Actual

Jonathan Paul Loomis
El 2 de Noviembre de 1999
Universidad de Belgrano

La Rep�blica Argentina esta en los principios de una �poca emocionante e hist�ricamente sin presidencias. En Octubre de 1999, los argentinos eligieron un nuevo presidente nacional, la tercera de esta democracia. Sin embargo, la democracia argentina no es lejos del peligro. Como han mostrado varios ejemplos, el sistema leal y pol�tico que gobierna el pa�s no tiene ra�ces que pueden resistir un fuerte terremoto pol�tico o social. Principalmente hay tres factores que peligran a la democracia argentina: la habilidad de cambiar la constituci�n cuando dictan motivos pol�ticos, la falta de partidos establecidos, y tercero, una situaci�n de inseguridad econ�mica.

Primero miro a la constituci�n y la habilidad de cambiarla. Hay dos ejemplos claros de este primer fen�meno. La primera es la reforma instituida por Presidente Carlos Menem en 1993 cuando quer�a apostarse por la reelecci�n, que en aquel momento era contra la constituci�n. Menem, entonces gozaba una inmensa popularidad y amenaz� el principal partido en contra de la �poca, la Uni�n C�vica Radical, con una plebiscita para ajustar la constituci�n, la cual Menem y los peronistas hubieran ganado f�cilmente. Frente a una derrota que fuera a avergonzar a la Uni�n C�vica Radical, Ra�l Alfons�n, presidente del partido y ex presidente nacional, acept� el acuerdo propuesto por Menem para evitar seguir la ca�da de la opini�n publica ante su partido. As� entonces, Carlos Menem se apost� para la reelecci�n que antes era contra la constituci�n y se estableci� la precedencia de la que la constituci�n es un documento pol�ticamente negociable y no la ley que dicta las actividades pol�ticas.

Se encuentra el segundo ejemplo de la debilidad de la constituci�n nacional argentina frente a aspiraciones pol�ticas en los principios de la compa��a para la presidencia en 1999. El mismo presidente Menem, quien ya hab�a cambiado la constituci�n para permitir su reelecci�n una vez, trat� de apostarse para la reelecci�n de nuevo. La evidencia de su cercan�a al �xito ya est� en las calles y avenidas de Buenos Aires. Su propaganda pol�tica decora las paredes y faroles de la ciudad. Adem�s, una gran parte del Partido Justicialista le sigui� y le apoy� en esta compa��a, testigo a la creencia de la gente que la constituci�n es una herramienta que se usa para lograr las metas pol�ticas.

La habilidad de Menem de cambiar la constituci�n es solo uno de los avisos que nos muestran la debilidad que subraya la democracia argentina. La segunda es una falta de partidos pol�ticos establecidos. Cuando digo establecidos quiero decir que a la Argentina faltan partidos que duran m�s que una elecci�n o dos, que tienen respaldo en todo la naci�n en el largo plazo y no solo adscripci�n en las temporadas de las elecciones, y que funcionan como apoyo de sus candidatos. Ahora el partido m�s cerca a este ideal es el Partido Justicialista. Sin embargo, los peronistas tienen sus faltas. Como muestra las elecciones de este a�o, el Partido Justicialista se divide f�cilmente cuando sus lideres pelean entre s� y los seguidores no apoyan solamente a un candidato pero parten su respaldo entre dos, efectivamente negando el poder del partido.

Si tienen faltas las peronistas, la situaci�n de los partidos en contra es peor. El partido que gan� las elecciones presidenciales este a�o es la Alianza, un partido hecho de dos porque solos no pod�an vencer al Partido Justicialista. La Uni�n C�vica Radical, el m�s viejo de los dos gan� las primeras elecciones presidenciales en 1983 pero cayo del favor popular a causa de la hiperinflaci�n. La popularidad del partido sigui� caer hasta las elecciones de 1993 cuando el FREPASO lo super� en el porcentaje del voto.

Este FREPASO es tambi�n un partido inestable. Nacido en los ochenta de miembros inquietos del justicalista el FREPASO se mud� en apenas quince a�os del lado peronista al lado de la Uni�n C�vica Radical y ahora forma parte del partido que tiene el poder nacional.

Acci�n para la Rep�blica, el partido nuevo de Domingo Cavallo, fue nacido similarmente al FREPASO. Cavallo, anteriormente el Ministro de Econom�a de Menem y miembro del peronismo, desencant� con su jefe y su partido y se separ� para formar su propio partido. Acci�n para la Rep�blica no sino muestra la inclinaci�n hacia divisiones del Partido Justicalistica, pero tambi�n nos apuesta una pregunta para los pr�ximos diez a�os. Es posible, tal vez probable, que Acci�n para la Rep�blica vaya a seguir el FREPASO y la Uni�n C�vica Radical y unirse con un otro partido, dado la debilidad de los partidos actuales y la historia de esta democracia.

En breve, los partidos no son m�s poderosos que sus creadores. Les falta respaldo popular y local. El control del destino de cada uno de los partidos se encuentra en la capital en manos de los pol�ticos nacionales, no en manos de pol�ticos locales. Entonces, cuando algunos pocos pol�ticos se cambian de mente, un partido completo se cambia, se nace, o se muere.

La tercera indicaci�n de la debilidad de la democracia actual argentina es la inseguridad econ�mica. Cual cuando hay tanta pobreza, tanto desempleo y subempleo, nacen grupos, movimientos e ideas pol�ticas que corren contra al establecimiento, sea dem�crata u otro. Con el levantamiento de Chavez en Venezuela los Argentinos deben tener cuidado de sus propios instituciones. Chavez, si tiene �xito en los pr�ximos a�os, puede iniciar una ola de anti-dem�cratismo en todo Sudam�rica que cubrir�a la Argentina y peligrar�a la democracia argentina. Es igual la posibilidad que un levantamiento anti-dem�crata nacer�a en el propio pa�s. Si el peronismo pod�a alzar durante los cuarenta, un periodo bastante estable economicamente, es seguro que un levantamiento puede iniciarse ahora. Solo falta un l�der demag�gico.

Como han mostrado varios ejemplos, el sistema leal y pol�tico que gobierna el pa�s no tiene ra�ces que pueden resistir un fuerte terremoto pol�tico o social. La habilidad de cambiar la constituci�n cuando dictan motivos pol�ticos, la falta de partidos establecidos, y la inestabilidad econ�mica todos peligran la democracia argentina actual.